ESPECIAL: ¿Por qué el Gran Premio de Australia sigue dando de qué hablar una semana después?
Si bien la Fórmula 1 es un deporte esencialmente emocionante, hay fines de semana de competencia que se vuelven especiales por quedarse en la memoria de los fanáticos, sea por la razón que sea. Así ha sido el Gran Premio de Australia, una competencia que, sin duda alguna, permanecerá un rato más en el hablar del “Gran Circo” por lo entretenida que fue.
Y es que la Fórmula 1 también es eso, entretenimiento. Pero si se le añade una gran pizca de impredecibilidad, ninguna categoría en el mundo, por muy competitiva que sea, se le podrá acercar. Inestabilidad, riesgo, polémica y esa sensación de no poder dejar de ver la pantalla fue lo que transmitió esta carrera en una larga madrugada. Estos son los puntos que han hecho que el Gran Premio de Australia de 2023 siga en boca de todos:
A veces, en la Fórmula 1, la inestabilidad es necesaria
Lo caótico que fue el Gran Premio en el Circuito de Albert Park en Melbourne, Australia, hizo que todo fanático del automovilismo disfrute de la máxima categoría. No solo por los adelantamientos, por las estrategias o las batallas en pista, sino porque no se sabía qué podía pasar a la vuelta de una curva, con el corte de alguna cámara en la transmisión, con el pasar de los giros en el contador.
Con más de cinco intervenciones de Dirección de Carrera por incidentes, la competencia alargó su definición casi una hora con dos banderas rojas en las últimas dos vueltas, lo que esparció tensión por el aire, ansiedad y adrenalina por las tribunas y por los televisores de aquellos que se desvelaron para saber quién cruzaría la meta en primer lugar en la tercera carrera de la temporada.
Varios competidores se vieron envueltos en incidentes y 8 pilotos no lograron terminar la carrera por golpes o averías mecánicas. Y así, con más de dos horas de duración, la Fórmula 1 volvió a demostrar que el desorden y la incógnita son grandes aliados para garantizar un espectáculo sin igual, el deporte más gran del mundo.
Ni las banderas rojas pueden detener a Max Verstappen y Red Bull
Una vez más, Max Verstappen ganó en la Fórmula 1, y lo ha hecho por primera vez en Melbourne. El neerlandés logró así su victoria número 37 en su carrera en la máxima categoría y reafirma ser el favorito para llevarse el tricampeonato este año tras haberse alejado en la punta del Mundial de Pilotos con esta victoria.
El fin de semana empezó mal para el bicampeón del mundo por carencias en el balance del auto, problema que también sufrió Sergio Pérez, su compañero de equipo. A pesar de ello, ya el día sábado, Verstappen se antepuso a las dificultades que estaba teniendo con el RB19 en dicho trazado y se llevó la pole con un tiempo 2 décimas más rápido que el del segundo clasificado.
Ya en carrera, mientras no estuvo neutralizada, la historia se contó una vez más. Max Verstappen lideró a su gusto, extendió las distancias cuando quiso y cuidó las gomas toda la carrera sin perder diferencia. El neerlandés iba tan “sobrado” que, faltando algunas vueltas para el final, cometió un error en la penúltima curva y se fue al grass, sin embargo, volvió a pista y siguió hacia la línea de meta para aumentar su palmarés en la Fórmula 1.
Como equipo, Red Bull demostró gran capacidad para sobrellevar los problemas sin que ello afecte al resultado en Melbourne. Sus dos pilotos sufrieron en las Prácticas Libres y lograron poner ambos autos a punto para la carrera del domingo. Sumada a la actuación de Verstappen, Sergio “Checo” Pérez logró una remontada desde el último lugar a la posición 5. Fue el piloto del día. Gran trabajo de Red Bull.
Banderas Rojas: ¿La Fórmula 1 preservó el espectáculo?
Tres banderas rojas se vieron en el Gran Premio de Australia del pasado fin de semana. Un número por encima del promedio que permitió a los fanáticos presenciar 3 largadas desde la grilla de salida en el desarrollo de la competencia. La primera de ellas, es indiscutible. No obstante, la polémica se generó con las últimas dos, ya que fueron mostradas, literalmente, en las últimas dos vueltas.
En la vuelta 7, Alex Albon se despistó e impactó contra las barreras exteriores en el inicio del Sector 2 del trazado. El golpe no fue tan fuerte, pero dejó mucha suciedad en la pista. Al ser una zona rápida, ciega y llena de leca por el accidente, Dirección de Carrera decidió sacar la bandera roja para que los comisarios puedan realizar la limpieza de forma adecuada. Luego de eso, la carrera se relanzó con normalidad.
Sin embargo, la novedad llegaría a 6 vueltas del final, cuando el piloto danés de Haas, Kevin Magnussen, chocó en la salida de la 2 y rompió su monoplaza, dejándolo aparcado en la pista. En esta situación, la cual parecía iba a ser resuelta con un Coche de Seguridad, la Dirección de Carrera decidió sacar otra bandera roja más, la cual sorprendió a todos.
Si bien algunos no estuvieron de acuerdo con la decisión, evitó que la carrera finalice bajo condición de Coche de Seguridad y sin pelea por la victoria. Una medida que es una señal de que la Fórmula 1 trabaja en favor del espectáculo.
Como se sabe en el mundo del automovilismo, categorías como la Indycar, por ejemplo, tienen reglas para sacar banderas rojas si quedan pocas vueltas de carrera. De esa forma, se garantiza, no solo al espectador sino también al piloto, el derecho de ser parte de una definición en pista de la competencia, en vez de cruzar la línea de meta sin poder adelantarse por el Safety Car.
En el relanzamiento de la carrera tras esa bandera roja, sucedió un pandemónium. Autos accidentados por todas partes, pilotos que tenían dificultades para mantener el monoplaza dentro de la pista, etc. Pero el caos también forma parte del espectáculo. Un show que, si no hubiera sido por esa bandera roja, no hubiésemos podido ver. Bien por la Fórmula 1, ya que “el show siempre debe continuar”.
Mercedes está un paso (grande) más adelante
Hoy por hoy, no hay nadie que sea capaz de igualar el ritmo y el poder del RB19 del equipo Red Bull. Más allá de la maquinaria, no hay mejor equipo que Red Bull. No obstante, teniendo en cuenta a Aston Martin como la segunda mejor escudería en lo que va de temporada, puede decirse que Mercedes ha osado a unirse a ese grupo. Los teutones demostraron haber avanzado mucho en este GP de Australia 2023.
Clasificación de ensueño con ambos autos en la posición 2 y 3 para el inicio de la competencia con Russell y Hamilton respectivamente. Al día siguiente, ya en carrera, el más joven de los británicos tomaba la punta tras adelantar al poleman Max Verstappen. Su compañero hacía lo mismo y Mercedes yacía en competencia con un 1-2 impensado hace algunas semanas.
Para su mala suerte, Russell se vio perjudicado por la primera bandera roja, cayendo hasta las 7ma posición. De todas formas, el británico abandonó por rotura de motor. Como contraste, Hamilton logró sobrevivir al caos de Melbourne y terminó en segundo lugar por detrás de Max Verstappen y superando a Fernando Alonso en su Aston Martin, toda una victoria para los antiguos campeones del mundo.
La debacle de Ferrari y Alpine: sus pilotos ya no pueden culpar a sus equipos
Nada, absolutamente nada. Así puede definirse la conclusión del fin de semana de dos escuderías que prometían mucho para el Gran Premio de Australia. Ni Alpine ni Ferrari pudieron sumar puntos, algo catastrófico para franceses e italianos, quienes tenían una necesidad gigantesca de sumar en las calles de Melbourne. Irónicamente, se quedaron sin puntos en la última vuelta de competencia, en un abrir y cerrar de ojos.
En cuanto a los de Maranello, Leclerc se eliminó así mismo en la tercera curva de la primera vuelta de carrera luego de cerrar a Lance Stroll y generar un contacto que mandó al monegasco a la leca. El piloto no pudo sacar su monoplaza de la grava. Sainz recibió una penalización en la última vuelta tras colisionar contra Fernando Alonso. Cinco segundos que lo dejaron en la 12ma posición. 0 puntos.
Por último, Alpine venía realizando una gran carrera de la mano de Pierre Gasly. El francés se mantuvo quinto toda la carrera peleando con los equipos de punta “de tú a tú”. No obstante, chocó con su compañero, Esteban Ocon, en el último relanzamiento y ambos monoplazas quedaron destruidos. 0 puntos también para un equipo Alpine que saboreaba un resultado más que satisfactorio. Una lástima.